El vuelo oceánico de las arañas
Algunas arañas aprovechan las fuerzas electrostáticas para elevarse por el aire. En ocasiones sus travesías pueden dar vuelos de distancias de kilómetros.
Cuando una isla volcánica nace en medio del océano, los primeros artropodos en colonizarla suelen ser las arañas. Llegan a esos lugares gracias al impulso del viento, pero, ¿Cómo lo hacen?
Charles Darwin, quién fue testigo del fenómeno, se fijó especialmente en la manera en que las arañas iniciaban el vuelo; llegaban a la cima de un objeto, levantaban el abdomen hacía el suelo, lanzaban hilos de ceda de unos dos o tres metros de largo y despegaban.
Darwin anotó que una brisa leve y la dirección del aire porque el hilo de ceda podía elevarse. También interpretó que el despegue en abanico de los hilos se debía a la repulsión electrostática.
Los investigadores consideran que intervienen dos fuerzas físicas: las fuerzas aerodinámicas del aire y la electrostática causada por la atmosféra.
Por lo que se comprobó que Darwin estaba en lo correcto: había identificado claramente los dos mecanismos físicos implicados.
En mi opinión es increíble e inimaginable el como una araña puede volar, pero gracias al descubrimiento de este extraño fenómeno nos damos cuenta que; para que una vuele ella primero levanta su abdomen hacía el suelo y libera una cantidad increíble de hilo de ceda que llega a medir metros, y utilizan una brisa ligera para despegar. Sin olvidar mencionar que sin viento no hay despeje, al igual que ellas utilizan dos fuerzas físicas involucradas en su vuelo: la fuerza aerodinámica del aire y la electrostática. En verdad el algo raro pensar el cómo una araña puede volar, pero los resultados nos pueden dejar sorprendidos.
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