La transformación de Venus
Un estudio señala que el planeta fue habitable y explica cómo pudo convertirse en un mundo inhóspito.
Bajo las tóxicas nubes de ácido sulfúrico de Venus se oculta un mundo apocalíptico, con temperaturas que podrían fundir el plomo y presiones capaces de aplastar maquinaria pesada. Pero quizá no siempre fue así.
Es de gran importancia saber la transformación de Venus, porque al saber sobre el proceso de su evolución, nos ayuda a pensar y teorizar el como pudo ser un Venus primigenio, y saber si realmente pudo existir vida dentro de él. Y no solo eso, sino que también nos ayuda a pensar el cómo fue la evolución de otros planetas.
Way y Anthony del Genio, han desarrollado un marco teórico para la evolución del planeta basado en datos más complejos, que incluyen diversas topografías y cantidades de luz solar. Su estudio, publicado en mayo en Journal of Geophysical Research: Planets explica de forma novedosa cómo Venus podría haber sido habitable durante casi tres mil millones de años antes de transformarse en lo que actualmente conocemos.
Estudios Espaciales de la NASA, y sus colaboradores aplicaron un modelo climático tridimensional al Venus primigenio y descubrieron que podría haber presentado temperaturas tan suaves como para albergar vastos océanos de agua líquida.
Muchos científicos postulan que Venus nunca pudo albergar agua . Hace unos 4500 millones de años cuando se formó el sistema solar, el planeta habría recibido suficiente luz solar como para que el agua de su atmósfera escapara al espacio, y la radiación habría frustrado la aparición de la vida. Sin la presencia de algún factor «no habría habido nada», confirma Way. Él y Del Genio piensan que ese factor es una nube de un inmenso tamaño que podría haber aparecido en las etapas tempranas de la evolución de Venus y pudo haber enfriado el planeta.
Venus no rota sobre su eje una vez cada 24 horas, sino cada 243 días terrestres. Una cara del planeta disfruta largamente de la luz solar la otra está sumida en una prolongada oscuridad; en el modelo de Way y Del Genio, una enorme nube sobre la cara diurna actuaría como un escudo brillante que reflejaría la luz solar y produciría temperaturas lo bastante bajas como para sustentar agua.
La idea tradicional es que el aumento gradual del brillo del Sol calentó tanto el planeta que este dejó de poder albergar un océano estable. No obstante, el modelo de Way y Del Genio presenta que la cubierta de nubes habría proporcionado suficiente sombra como para mantener agua en la superficie de Venus incluso hasta hoy en nuestros días, si algo no hubiera llevado al planeta a su estado actual.
Los autores proponen un mecanismo violento que podemos entender observando a la Tierra primitiva. Hace unos 250 millones de años, se abrieron profundas grietas en la corteza terrestre; eso arrojó lava a la superficie y suficiente dióxido de carbono a la atmósfera como para producir una enorme extinción masiva. Sin embargo, si eso hubiera sucedido en Venus, se habría liberado suficiente dióxido de carbono a la atmósfera como para convertir el planeta en un invernadero apocalíptico, según los investigadores.
En mi opinión la hipótesis es atractiva, porque nos habré las puertas a la imaginación de ver como un planeta pudo verse semejante a la Tierra, estamos hablando de la evolución de Venus, el planeta más cercano al Sol, además de eso se nos da un hipótesis para que nuestra imaginación vuele para ver un Venus con enormes océanos de agua, sin lugar a dudas es un tema bastante interesante.
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